viernes


La primera vez que escuche la canción de abajito estaba en una tienda de música con Catuk, apenas la escuché fue amor a primera oida, me enamoré de la canción, y en un acto impulsivamente infantil estuve a punto de comprarle el cd a una persona a quien quiero mucho, pero de repente.. me calmé... bajé mi emoción de golpe... porque me di cuenta de que en realidad a veces es bueno dejar de dar tanto cariño de gratis y que también hay que pararse un rato a recibirlo, no?. Creo que así funciona la vida, si no hay un equilibrio te secas y te pones amargo.

Por ahora estoy en esa fase, dispuesta a recibir todo el cariño de gratis que me encuentre en el camino.






jueves

chsumá


se me escapó del impacto, nada más...

miércoles

el odio más lindo


Hoy, a las 7:00 am me metí a la cama de Tomás para despertarlo, como siempre alegó un rato, lo miro de cerca, me dice te odio y yo me rio. Probablemente otras madres al recibir un te odio de parte de su hijo se pondrían tristes, pero el odio de Tomás viene de una carita que dormida y todo sonríe...

Este odio lo recoge de los múltiples te odios que yo reparto a mis amigos cuando me cuentan que se van de vacaciones a un lugar espectacular, o cuando me llaman por teléfono y me despiertan, o cuando me describen un panorama estupendo al que irán...

Tomás sigue medio dormido, por qué me odias? le digo, porque me despertaste me contesta, y sigue con su carita de sueño a ojos cerrados riéndose de mi, hasta que no aguanto más y me lo como a besos, porque tener un hijo con semejante dulzura a mi me pone tan alegre, hace que me olviden de todas las cargas que me he tirado encima, yo lo miro riéndose frescamente, y me parece increible que esta persona pequeña, tan chora y opinante, sea parte de mi vida, puchas que me da gusto tener un hijo así...






viernes

Clarito como el agua





Lago Calafquén - Lican Ray

foto: Calú

aprendiendo











a sacarse
lo camelao
pa' fuera







fotos: Antinatural


canciones que dejan huellas






jueves







mirarse a los ojos
descubriéndose
sin decir

desvivirse
inevitablemente
evidenciándose



miércoles

beautiful boy







martes

Yo






no es casualidad que suba una foto de lado, quise subirla tal y como me la saqué con mi teléfono, ni siquiera me di el trabajo de girarla con photoshop, quise aparecer así, completamente natural, con mi cara de 10:30 de la mañana, encerrada en una oficina de scl, extrañamente pasándomela bien. Y es que estuve muy enferma, o más bien, mi cuerpo estuvo enfermo, me agarré uno de esos bichos misteriosos que andan pululando por la ciudad, que más encima son selectivos los hijos de puta, porque si tienes las defensas bajas te agarran y te ponen todo tu mundo patas pa’ arriba. La pasé mal, de verdad muy mal, fue horrible pasarse como 15 días de la vida enferma, sin saber con certeza qué se tiene, tratando de seguir con la rutina diaria, pero no… imposible!, el bicho tenía preparado para mi un sinfín de incomodidades físicas, una lluvia de malestares varios, y lo peor un desánimo y un desencanto de mierda a la vida, que me llevo al punto de llamar llorando a mis papás, cosa extraña en mi que (al igual que la mayoría de mis amigas) me creo superwoman. Fueron días de confusión y olvidos, de océanos de lágrimas, que fueron sorteados de la mejor manera por mis compañeros de hogar…

Y... finalmente... pese a mi resistencia.... todo se sucedió, hubo viaje de los papás a santiago a bendecirnos con una divina cazuela de pollo preparada por la maga (así calificó Jo la cualidades culinarias de mi madre), juegos con el nieto (que también fue atacado por el bicho), conversaciones domésticas de esas altamente necesarias en mi vida personal y gracias al pulentísimo la calma llegó de golpe el viernes, por fin. Disfrute como nunca caminar por la calle otra vez, ese sencillo ejercicio de caminar mirando lo que pasa en la ciudad fue para mi un regalo inmenso, ya estaba harta de estar encerrada, de sentirme incapaz, de agobiarme de culpas porque no podía ser buena madre, fue un verdadero placer caminar por las calles atestadas de autos de providencia, me parece que inclusive sonreí.

Y ahora, con altura de miras creo que estaba enferma desde mucho antes, así como de adentro, enferma del alma. Los últimos meses me la pase llena de confusiones retorcidas, buscando siempre el pero de las cosas, buscando la incomodidad , sin relajarme, pensando siempre en pasado mañana, planificando casi obsesivamente la vida, uffff qué agotador vivir así…. millones de veces escuché a jo decirme “calupita relájate” y siempre respondí con un “no puedo”, y tuvo que aparecer un bicho, uno de esos bichos misteriosos que andan pululando por la ciudad, que más encima son selectivos los hijos de puta, porque si tienes las defensas bajas te agarran y te ponen todo tu mundo patas pa’ arriba, para dame cuenta de que tengo una vida maravillosa, y que tengo muchas ganas de vivirla improvisando, inventando, jugando, arriesgándome, y en una de esas vueltas ojalá usted que me está leyendo tenga la dicha de encontrarme, porque queda Calú para rato.