Ay Calú!

después de este fin de semana un poco engorroso, del que no salí muy dignamente parada, ni libre de polvo y paja, y en el que probablemente avergoncé nuevamente al género, encontrarse en el msn con un "llámame, te vai a morir" me predispone a escuchar una noticia triste o algún tipo de tragedia emocional con olor a telenovela venezola que puede estar afectando a una de mis queridísimas amigas (no lo digo despectivamente, vamos... una de mis frases típicas después de los dos Tomases es "mi vida es una telenovela venezonala") . Pero cuando esta amiga me cuenta que pasó un fin de semana divino, con un tipo divino, en lugares que son una delicia, y me dice además (a mi que la conozco desde siempre), que no se pudo resistir a tanto encanto, no queda más remedio que sonreír, porque la vida le sonríe a ella, y sólo me aflora un cagón "pásalo bien y ya" cuando lo que realmente me dan ganas de hacer es abrazarla y celebrar como si fuera un hincha en un partido de fútbol.

Bien pues, así es que me sacudo la tierra, dejo de lado mis arrebatos de chiquilla caprichosa, las rabietas, porque claro, la he pasado mal, yo... que he dado tanto por los hombres (en esta parte elevo los brazos y clamo mirando al cielo), he dado y me han dado (y vieras como me dan) pero siempre se agradece a la vida que las personas que quiero la pasen bien, y si sumamos a lo anterior el hecho de que otra de mis queridas amigas "echo a andar la bolita" para cerrar un ciclo de su vida, puta la wea, me transformo en la peor de las mamonas, así es que sigo mirando para adelante no más, que el camino se va despejando de a poquito.



::: "libre de polvo y paja", quién a esta edad lo está? :::